Justicia social

El racismo individual toma la forma de actitudes, creencias, valores y comportamientos individuales. Algunos ejemplos de actitudes racistas son los prejuicios raciales, el menosprecio, los celos y la intolerancia. Ejemplos de creencias racistas son los estereotipos raciales, la creencia de que algunas razas son mejores que otras e incluso incluye la creencia de que las personas pueden clasificarse según la raza en primer lugar.

El racismo institucional o sistemático toma la forma de prácticas, costumbres, reglas y estándares de organizaciones que perjudican innecesariamente a las personas debido a su raza, color u origen étnico. No siempre implican diferencias de trato. Un ejemplo son los requisitos educativos que no están relacionados con las tareas laborales reales.

El racismo cultural son los valores y estándares culturales que ponen en desventaja a las personas debido a su raza, color u origen étnico. Algunos ejemplos son las expectativas culturales sobre la raza del presidente de una empresa y el estándar cultural sobre cómo luce una persona hermosa, confiable o competente.


Maneras en las que TÚ puedes marcar la diferencia:

Defensor:
Sume su voz en temas críticos para las mujeres y sus familias.

Educar:
Ayude a otros a comprender la importancia de la igualdad racial y de género.

Involucrarse:

• Abordar la problemática sistémica y Racismo institucional

• Participar en programas de justicia social.

• Oponerse a bromas e insultos discriminatorios.

• Fomentar el diálogo sobre el racismo.

• Hacer de la eliminación del racismo una prioridad

TÚ ¡tiene el poder de marcar la diferencia!